Cuando abordamos este tema debemos primero conocer lo que dicen las Escrituras. En Deuteronomio capítulo 6 nos habla la palabra del Señor algo muy puntual: “Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”
Deuteronomio‬ 6:1-3, 5-7‬ RVR1960‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬

Notamos y vemos que la palabra del Señor nos manda a enseñar a la siguiente generación, a los hijos y los hijos de nuestros hijos porque el Señor tiene varios objetivos, primero, que lo conozcan a Él y, segundo, que tengan el temor de Él, que tengan el respeto hacia las cosas del Señor, también tenemos que Él quiere que eso dé un resultado en la vida de las personas, primero que sus días sean prolongados, inclusive por eso se predica el evangelio, para que puedan alcanzar la vida eterna y que si lo ponemos por obra, también nos va a ir bien. El Señor quiere que al ser humano le vaya bien, pero para que le vaya bien necesita poner por obra la palabra de Él. Así que todos nosotros cuando empezamos a ver esto, y como mandamiento, que no solamente la aprendamos nosotros sino que la repitamos a nuestros hijos, dice: hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. El Señor mandó a repetirlas porque si no las repetimos la gente no la va a tener en cuenta, los niños no van a aprender, a los niños hay que repetir y repetir.

Ese mandamiento de Dios, tiene como objetivo que le conozcamos y que sepamos cómo debemos conducirnos.

Hay otro punto que debemos saber, y es que si nosotros no le enseñamos acerca de Dios a los niños, si nosotros no le enseñamos acerca de lo que dice la palabra, el mundo si le va a enseñar cosas que no es lo que dice la palabra del Señor. De modo que si usted no le enseña la verdad alguien le va a enseñar la mentira, y precisamente es a lo que apunta la palabra del Señor, que nosotros podamos enseñarle la verdad para que cuando venga el enemigo de nuestras almas a enseñarle las cosas que no son, ellos estén preparados. Hoy en día se escuchan muchos temas que están fuera de lo que dice la Biblia y que cuando ellos escuchen eso puedan saber que no es lo que dice la palabra de Dios y se den cuenta que es mentira. Esto es un punto muy importante para nosotros a tener en cuenta cuando enseñemos la palabra del Señor.

Todo lo que le enseñamos depende qué tan importantes son para nosotros nuestros hijos, si usted quiere que su hijo aprenda algo que realmente le sirva para la vida, entonces se propone que su educación sea la mejor, pero resulta que la educación que el Señor quiere que le demos quizá hoy la estamos descuidando, y precisamente eso trae consecuencias; no le va a ir bien como dice la palabra, por eso usted puede ver en el Salmo capítulo uno:

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.”
Salmos‬ 1:1-3‬ RVR1960‬‬.‬‬‬‬‬‬‬‬

Consecuencia de que cuando nosotros le enseñamos a nuestros hijos la palabra de Dios, será como un árbol plantado junto a corrientes de aguas, un árbol fortalecido, grande, próspero, que su hoja no cae, que da fruto en su tiempo y que todo lo que hace va a prosperar. No sé si usted quiere que sus hijos sean prósperos, que a sus hijos les vaya bien, que sus hijos den fruto, que sus hijos hagan las cosas como Dios quiere que las hagan; entonces nosotros debemos enseñarles el camino hacia el reino de los cielos, para que no pierdan el tiempo en su vida, van a estar perdiendo tiempo con otro tipo de enseñanzas, pero si ellos conocen lo que es la palabra del Señor, si ellos se dan cuenta lo necesario que es atesorar su palabra en sus corazones, usted va a tener mejores resultados en un niño.

También vemos que cuando los padres no nos encargamos de enseñarle la palabra del Señor a nuestros hijos, sucede algo y es que la gente o esa siguiente generación se alejará de Dios, en Jueces podemos observar lo siguiente:

“Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.”
Jueces‬ 2:8-13‬ RVR1960‬‬.‬‬‬‬‬‬‬‬

¿Qué nos está enseñando esto?, que si nosotros no hacemos lo que el Señor nos ha mandado, lo que va a pasar con nuestros hijos es que se van a olvidar de nuestro Dios, se van a olvidar del Dios todopoderoso e irán tras lo que le enseñen los que están alrededor y adorarán ese tipo de dioses y se entregarán a ese tipo de situaciones que la vida les va mostrando.

Nosotros debemos de prepararlos para que, aunque estemos en el mundo, ellos no se contaminen del mundo, no se entreguen a ese tipo de cosas que le ofrece el mundo, sino que sepan que el Dios todopoderoso está ahí, que su palabra es la verdad y que con el obtenemos la Vida Eterna, que si le adoramos y seguimos, si le obedecemos tenemos la salvación. Pero si nosotros no cumplimos eso se va a levantar una generación que no conocerá a Dios, y ya ustedes saben cuáles son las consecuencias de una generación que no conoce a Dios. Va a haber gente mala, gente entregada a la maldad, al pecado y todo eso tiene una consecuencia que es la muerte, pero si nosotros nos enfocamos en ganar almas, ganar estos niños para el reino de los cielos todo va a estar conforme a lo que el Señor quiere que hagamos.

Así que, ya sabemos que necesitamos cumplir lo que dice la palabra del Señor, necesitamos que haya una buena instrucción a nuestros hijos, tenemos que hacer algo por nuestros hijos, tenemos que hacer que ellos comprendan la palabra y la pongan por obra en su corazón. ¿Estás dispuesto a enseñar y repetir la palabra de Dios a tus hijos?

El Señor les bendiga.