La alabanza va muy ligada al reconocimiento, a la gratitud y a la expresión de ese sentimiento de alegría, de gozo que se puede sentir hacia Dios por las cosas que él ha hecho.

De ahí que se defina la alabanza como el reconocimiento a Dios por lo que él hace.

Lo más grande y bonito que puede pasar en la vida de la persona cuando empieza a alabar es cuando esa persona empieza a darse cuenta de la razón por las cuales Dios ha hecho todas esas cosas, porque en ese momento la persona tiene la oportunidad de ver lo que Dios es, y si reconocer las maravillas de Dios es glorioso, ¡cuánto más reconocerlo por lo que él es, ha sido y siempre será!.

Podríamos decir que siempre que miro lo que Dios hizo en el ayer estoy mirando a eso que está atrás y muestra su gloria y es maravilloso, pero al ver lo que él es, su grandeza me lleva desde lo glorioso de lo que he vivido, me pasa a disfrutar lo que estoy viviendo confiado en él y me lleva a la fe de saber que él seguirá siendo maravilloso conmigo.

De ahí que miremos la adoración como ese reconocimiento y exaltación a Dios por lo que él es.

El hombre hoy en día está muy acostumbrado a ver a Dios como un ayudante que está a mis órdenes cuando yo lo necesito, cuando estoy en apuros él viene y me da la mano; debo agradecerle porque me conviene estar bien con él porque si no, podría no obtener nada de su mano.

Pero lo que Dios ha querido no es que solo miremos lo que él ha hecho, sino que miremos por qué él lo hizo y nos demos cuenta de lo que él es.

¡Oh, qué glorioso es cuando tú puedes darte cuenta de lo que él es!

Él es mi sustentador

Él es mi padre

Él es mi refugio

Él es mi Salvador

Él es mi ayudador

Él es mi compañero

Él es mi redentor

Él es mi guardador

Él es mi defensor

Él es mi roca

Él es mi sanador

Él es amor

Cuando encuentro todas estas cosas que él es me doy cuenta que todo esto nace de su amor, por eso dice: el que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

La invitación para actuar como él actúa es que lo conozcas.

Aplicación de porqué Gedeón pidió la revelación de Dios al llamarlo y porqué la victoria sólo con 300.

También por eso dice: permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

El amor de mi Dios, todo lo que él es, me lleva a verlo no como una simple opción para el último momento, sino que me muestra que lo que él quiere es mi amor. Él quiere que lo pueda amar, por eso hace todo demostrándome su amor, y cuando yo miro lo que él hace me encuentro con su esencia, todo lo que él es, y descubro su infinito amor.

Entonces en ese momento cuando mi vida se inunda de gratitud, de gozo por tantas cosas tan bonitas, cuando me doy cuenta que él es tan poderoso, tan sublime, tan soberano y veo en él su amor; entonces mi corazón se acerca al de él y le puedo decir con lágrimas en mis ojos:

Yo no sé, no me explico cómo puede funcionar tu amor, pero tú eres lo mejor que me ha pasado. Quiero pasar contigo toda mi vida, nunca jamás me imagino sin ti, quiero agradarte, quiero servirte, quiero humillarme a tus pies. Me despojo de todo lo que antes consideré que era mío y te entrego mi corazón; ya no tendrás que estar a la puerta diciendo que te abra. De ahora en adelante esta es tu casa, ven, haz conmigo lo que quieras, pues para mí el privilegio más grande es tenerte aquí y verte reflejado en todo mi ser.